En La Muga, un pequeño y humilde pueblo perdido en el Alto Ampurdán, nunca pasa nada. Hasta que llegan las americanas, claro.

Las americanas son GALA, neoyorquina y urbanita hasta la médula; su madre, JULIA, que no había regresado a su pueblo desde que se marchó de allí siendo muy joven; y KATE, la hija de Gala, que ha viajado engañada, pensando que aquello son unas vacaciones familiares y que a su abuela no le queda mucho tiempo de vida…

Pero de vacaciones, nada. Y Julia está vivita y coleando. En realidad, GALA, JULIA y KATE están huyendo de dos tipos muy peligrosos a los que Fred, el marido de Gala y padre de Kate, debe dinero, mucho dinero… Si quieren permanecer a salvo, lo mejor es esconderse en este pueblo en mitad de ninguna parte y cruzar los dedos para que ningún vecino se entere de por qué están realmente allí… Y sobre todo, rezar por que estos dos matones no las encuentren.

Las tres mujeres se darán cuenta de que La Muga no es solo un lugar donde mantenerse a salvo, también es su oportunidad para empezar de cero y encontrarse a sí mismas.

Al menos, hasta que los dos matones descubran su escondite…